“Vuelva usted mañana- respondió la criada-, porque el señor no se ha levantado todavía.
Vuelva usted mañana- nos dijo al día siguiente-, porque el amo acaba de salir.
Vuelva usted mañana- nos respondió el otro, por que el amo está durmiendo la siesta.
Vuelva usted mañana- nos respondió el lunes siguiente-. Porque hoy ha ido a los toros.
¿Qué día, a qué hora se ve a un español?”
Si ya lo decía Larra en el XIX, siempre dejamos todo para el último momento y a veces, ese último momento no llega nunca. ¿Cuántas veces entregamos los trabajos antes de la fecha límite? Sin ir más lejos, nosotras hemos entregado este artículo el último día a última hora. ¿Cuántas colegialas pagaron la cuota antes del día 4? Seguro que muy pocas. ¿Cuántas coladas hemos dejado para el día siguiente?, ¿cuántas veces nos hemos dicho “Hoy empiezo en serio a estudiar”?, ¿cuántas veces nos hemos propuesto apuntarnos al gimnasio, dejar de fumar…?
“¿Tendrá razón, perezoso lector, (si es que has llegado ya a esto que estoy escribiendo), tendrá razón el buen señor Sans-délai en hablar mal de nosotros y de nuestra pereza?”
Dejemos la pereza de lado, cerremos el tuenti y no dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy.
“Da gracias a que llegó por fin este mañana que no es del todo malo: pero ¡ay de aquel mañana que no ha de llegar jamás!”.
“Vuelva usted mañana”. MARIANO JOSÉ DE LARRA.
Paola Romero Martínez
Ana Bermejo Lázaro
Noelia Monterde Serrano
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