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CONFERENCIA SOBRE WIKILEAKS Y EL FUTURO DEL PERIODISMO

Por Laura Álvarez Otero

Rompe el silencio el vicepresidente adjunto del periódico El País, Vicente Jiménez. Lo hace en primer lugar, recordando brevemente a los periodistas que tal día como hoy, 23 de febrero, hace 30 años, pusieron en riesgo sus vidas para poder sacar adelante la edición del periódico. A continuación presenta el objeto de debate: El futuro del periodismo, las consecuencias de la hasta ahora mayor filtración de información de la historia: Wikileaks, y la publicación de los cables del Departamento de Estado, además de otras filtraciones.

Termina dando paso a un vídeo introductorio, en el que se muestra el tratamiento internacional que los medios han dado a la noticia de la filtración, así como testimonios de diversos periodistas, como el propio director de El País, Javier Moreno, que reflexiona acerca de la repercusión del fenómeno.

El País tiene acceso a la mayor filtración de la historia.

Cinco representantes de cinco medios: “El País” (Javier Moreno), “The New York Times” (Bill Keller), “The Guardian” (Alan Rusbridger), “Le Monde” (Sylvie Kauffman) y “Der Spiegel” (Georg Mascolo), que reúnen unas características comunes: gran repercusión internacional, amplia cobertura idiomática, relevancia histórica… se han fusionado en un trabajo de colaboración, un esfuerzo de coordinación y acuerdos y exigencias mutuas entre éstos medios y el responsable máximo de Wikileaks y principal fuente de información, Julian Assange.

A lo largo del debate conducido por Moreno, se explicó el proceso de publicación de los cables, y las diferentes reacciones de los lectores: el director de “The New York Times” comentaba que la población le pedía explicaciones por lo publicado, mientras que al responsable de “El País” se le planteaba la cuestión opuesta, los españoles pedían transparencia total, que se publicara todo. Los cinco directores se ponían de acuerdo en que, independientemente de presiones gubernamentales, son los medios los que deben seleccionar lo que puede ser publicado, siendo uno de sus criterios evitar poner en peligro vidas de terceras personas, el director del periódico inglés “The Guardian”, Alan Rusbridger, declaraba: "No podíamos poner en peligro las vidas de gente totalmente inocente".

El director de “El País” llegaba a una interesante conclusión a cerca de la influencia de Wikileaks, a cerca de, dicho con sus palabras: “el mayor acontecimiento periodístico de los últimos años”, cuando apuntó que quizá no ha sido tan revelador como para dar paso a una nueva era del periodismo, pero sí ha sido útil para reivindicar la profesión en unos tiempos en que no pasa por su mejor momento.

Se fue dando término a la charla con las cuestiones que más inquietaban al joven público, en su mayoría estudiantes de periodismo: ¿Hay futuro para la profesión? ¿Qué modelo de negocio funcionará?

Y de nuevo unanimidad entre los directores, con un mensaje esperanzador y positivo para la profesión, cuyo futuro existe, y se encuentra en la red, en la prensa online. “Hay futuro para el periodismo, para los periódicos es otra historia” declaraba Kauffman, directora de “Le Monde”. En cuanto al modelo de negocio, cada uno tenía su particular versión a tanto a si deben los lectores pagar por el contenido, Keller, responsable de “The New York Times” adelantaba que para finales de 2011 ya pensaban cobrar a los usuarios habituales, pago del que los lectores esporádicos se abstendrán, ya que a éstos no se les cobrará. Por su parte, Georg Mascolo de la publicación alemana “Der Spiegel”, que se declaró también a favor del periodismo de calidad pagando, arrancó el único aplauso esporádico de la conferencia cuando ironizó sobre la dificultad de comenzar a implantar este sistema.



Algunas de las reflexiones para las que también hubo lugar:

- Vertiente legal del tema Wikileaks y asunto Julian Assange.

¿Se puede perseguir judicialmente a Assange por algo que hacemos los periodistas, conseguir información y publicarla?

¿La prensa en general, hemos cumplido con la tarea que la sociedad nos asigna? ¿O nos hemos convertido en parte del Estado y Wikileaks ha sido el colmo de la evidencia?

En este apartado entrarían las reacciones de los distintos gobiernos ante la filtración. Nos encontramos con una doble lectura: Por un lado, Wikileaks es una solución a la falta de transparencia actualmente existente en la diplomacia, y responde al fin último de los periódicos, que no es otro que cumplir el contrato que tienen con los lectores: contar toda información relevante y veraz para la formación de la opinión pública. Sin embargo, puede suponer también un efecto negativo en términos de credibilidad o imagen para un gobierno (concretamente hablamos del gobierno de Estados Unidos).

- Las nuevas tecnologías y las redes sociales.

Otorgan facultades a los ciudadanos que antes eran sólo de los periodistas: escribir, hacer fotografías a gente… y además socavan el modelo de negocio de los periódicos tradicionales.

En este punto, el debate se centró en el futuro de la edición en papel de los periódicos frente a su versión online, así como en la idea que algunas publicaciones ya han implantado, de cobrar por acceder a los contenidos informativos. Los directores se posicionaron con diferentes opiniones sobre el tema, pero casi todos coincidían en que no se entiende el futuro de la prensa sin internet: “El reto es conseguir que la gente pague por los contenidos online, los lectores deben entender que lo que producimos cuesta mucho dinero” apuntaba Sylvie Kauffman, de “Le Monde”.

- Futuro de la prensa, sus perfiles y las democracias.

“Ha habido una desintegración de los aparatos de formación de opinión pública, que se encuentran debilitados por el auge del populismo y las demagogias” afirmaba Javier Moreno.

No se sabe si Wikileaks llevará a un fortalecimiento de las sociedades y de la transparencia, pero sí que coincidían los directores en que el periodismo y los periódicos y la democracia deben ir íntimamente unidos, así como reafirmaron el fundamental e intenso papel de la prensa en democracia, aplicable a la situación actual del mundo árabe: la filtración de informaciones sobre el modo de vida de sus políticos, ha sido un detonante más para que el pueblo se echara a la calle reivindicando su libertad.



En conclusión...

En un momento en que la profesión de periodista se haya más devaluada que nunca, me parece cuanto menos necesaria una reflexión.

Viendo esta conferencia, cómo los cinco directores de unas de las publicaciones más importantes a nivel internacional, debatían con la naturalidad de quien lo hace sobre la temperatura de la jornada de hoy, a cerca del tratamiento que le habían dado a la mayor filtración de información de la historia, en un (hasta el momento demostrado) impecable y cuidado trabajo en equipo, una se siente en la necesidad de hacer un balance de la situación, y como estudiante de periodismo, inspirada para hacer un acto de autoevaluación y de comienzo desde un punto de partida basado en unas ideas renovadas y entusiastas.

No se trata de un discurso a favor del ejercicio del periodismo, si no de una llamada al conocimiento, al juicio crítico y responsable, a la madurez de las ideas, a la racionalidad, aunque sólo sea por un momento.

El futuro del periodismo planea hoy sobre hipótesis inciertas, sobre muchas cuestiones que lo abordan, sobre dudas que irán resolviéndose con metodismo, trabajo, también con la misma evolución y respuesta de la sociedad.

Las nuevas tecnologías, internet, la sociedad de la información, acontecimientos informativos de la talla de Wikileaks... son conceptos clave en la actualidad de la profesión, y de fundamental estudio para poder comprender este momento de transición en el que nos encontramos, con qué opciones contamos, para poder colaborar con la creación de una nueva era del periodismo, para hacerlo de la mejor manera posible, y haciendo partícipe de ello a esta “sociedad del click” en la que estamos viviendo.

En estos momentos en los que casi todo está al alcance pulsando un botón en el ordenador, los periodistas debemos reivindicar nuestro papel, que no es otro que ofrecer información trabajada, contrastada, lo más objetiva posible, veraz. Fomentar la creación de opinión de un público pasivo como es el del siglo XXI, remover conciencias, crear debate…

El periodismo y la sociedad convergen en una relación de retroalimentación, ambos se necesitan, y por ello es importante que la primera disciplina sepa adaptarse al cambio que ha dado su audiencia, para que siga habiendo comunicación, comprensión y una evolución mutua.

Una labor que encuentro fundamental desde el punto de vista de una estudiante de esta profesión, reside en no dejarse arrastrar por el pesimismo ligado a la carrera que curso, en cuanto a expectativas laborales, situación de decadencia, debido entre otras cosas al intrusismo, etc. Porque resulta imprescindible no acomodarse en estos argumentos desesperanzadores si no, como antes apuntaba, posicionarse en una actitud inteligente y útil: estudiar el mapa que tenemos sobre la mesa, adelantarnos lo más posible a las situaciones, desarrollar un criterio propio y fundamentado… éstas son tareas que debemos adjudicarnos los estudiantes de periodismo que verdaderamente entendemos la valía de nuestra profesión y queremos aportar nuestro trabajo, nuestro grano de arena en esta transición del tratamiento de la información.

Como todo cambio costará, pero confío en que apelando al intelecto, a la madurez, a la astucia y sobre todo a una acción consensuada, sepamos devolver a este gran cometido el prestigio que merece.

Además, la naturaleza del periodismo está en ir ligado inevitablemente a la actualidad, a nuestra historia, y francamente, creo que hemos vivido cosas peores.



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